Debemos comprender por qué los diversos pedidos que dirigimos a la naturaleza necesitan funcionar fuera de nuestra vista ya que involucran más dimensiones que las tres de nuestro mundo visible. En estos cofres mágicos que armaremos al imprimir, doblar y pegar estos archivos, son como matrices que programaremos con los objetos que pondremos en ellos, funcionarán de la misma forma que los programas de una computadora que proyectásemos hacia la gran red cósmica -verdadera internet del universo-.

La razón por la cual estos cofres concentran tanto poder es que los pedidos que haremos serán el producto de una sutil modulación de nuestra kundalini que se producirá combinando las acciones de nuestro chakra del corazón, de nuestro cuarto ojo y del poder de los chakras de nuestras manos. Hecha esta sencilla programación, al estar contenidos los objetos en un recinto cerrado herméticamente a la luz y fuera de nuestra vista, los símbolos inteligentes y las formas geométricas de las cajas captarán energías específicas del universo que repetirán millones de veces el pedido, en un lenguaje que el mundo cósmico puede interpretar.